sábado, 5 de diciembre de 2009

Espeluznante historia sobre mi pasado imperfecto

Hay preguntas que mejor no responder, hay respuestas que mejor callar. Para siempre en algunos casos y hasta el momento adecuado en otros.
Hoy desperté como cualquier otro día, con la percepción de mi historia de siempre. Hoy desperté con mi origen, desperté con mi pasado, desperté conmigo.

El inconveniente surgió cuando una nueva campana, certera, enorme y violenta despedazó a martillazos sangrientos la antigua campanita, que colgaba del cuello de un dulce corderito, que también murió.
Cuales son las posibilidades? Es esto real? Es posible? Bueno, no es imposible. Quien recuerda lo que hacía cuando sumaba solo dos años de edad?

Ok, recapitulemos que estoy aturdido. Mis padres no son mis padres, mi historia no es mi historia, y el tradicional yo es en este momento un alterado yo, al que le hablo en tercera persona y a los gritos en mi habitación, o mas bien en la suya, porque se ha apoderado de la situación. No puedo dar crédito a lo que me acaban de contar hace quince minutos.

Parte de mi temprana vida residí en un orfanato hasta que ellos me adoptaron. Mis padres, mis no-padres, ya no se qué creer. De a poco se va resquebrajando todo lo que yo asumia que era. Todo mi pasado, como una tabla de madera que todo el mundo pisa y un día cede, se ha roto vertiginosamente para dar lugar a la nueva realidad.
Y ahí no termina todo. Todavia hay mas, malditos pseudopadres, deberían haber tomado un curso de “sobre cómo contar verdades espeluznantes y no espantar al receptor”.

Mi verdadera madre no pudo retomar la cordura después del parto y murio a los 5 meses. Esquizofrenia.

Un balde de agua fría? Pasalo a solido y tíramelo por la cabeza.
El año en que vine al mundo mi pueblo estaba casi estrenando hospital. Hacia cuatro años que la enorme edificación se mostraba orgullosa ante el paisaje. La pulcritud de siempre se soldaba con la eficiencia del juguete nuevo. Todo era un gran lujo, gracias a un concejal que supo hacer bien la jugada, embarrándose un poco en el pensamiento de algunos pero qué importa, tenemos un nuevo gran edificio. El pueblo aplaudía.

Lo por lo menos extraño fue que, una madrugada de 1988, en este nuevo inmueble falló la electricidad, los interruptores, una mala instalación, vaya a saber uno qué. Incluso los recursos de emergencia. En el pueblo hubo discusiones, gritos, calores, despidos, denuncias, calumnias e injurias. Nadie pudo nunca saber a ciencia cierta el porqué de esa falla. Las enfermeras iluminaban los cuartos y pasillos como podían con unas pocas velas. El clima estaba tenso, muy tenso. Cientos de personas podrían estar viviendo sus últimos segundos en este mundo, y practicamente nada podían hacer los médicos, que corrian de un lugar a otro inyectando vitalidad en los conscientes terminales. Mas de uno de los presentes aquella noche asegura haber visto algo. Entes no pertenecientes a este mundo, que recorrían los pasillos iluminados por las pocas velas que quedaban prendidas. Alguien asegura haber visto una niña que las soplaba, sonreía y desaparecía.

Volvió la luz, e increíblemente el saldo fue nulo. No hubo una sola muerte durante esas eternas dos horas. La parca debio haber estado ocupada.
Familiares y enfermos, enfermeras y médicos. Todos se miraban con una mezcla de terror y alivio en sus ojos. Menos los egocéntricos galenos, que trataban de disimular su espanto para tratar de manejar la situación con profesionalidad.
“Felicitamos a la familia Oliveira por el nacimiento de su hermoso retoño. Les desamos paz y felicidad en este dia tan especial. Atte. Familia Gallardo.”
Este diario tiene la verdadera fecha del dia en que nací. Mis no-padres decidieron anotarme un dia después, con complicidad de jefe del registro civil, que estaba al tanto de todo y comprendió que para no levantar sospechas seria lo mas atinado.
Lo que trataron de esconder fue lo que ahora tengo ante mis ojos. La indiscutible fecha en que vine al mundo coincide con el espeluznante apagon del hospital, en 1988. Y lo que me viene a la mente en este momento son interminables preguntas que comienzan todas de la misma manera.

¿Por qué?

¿Acaso una fuerza intangible y extraordinaria produjo la esquizofrenia y posterior muerte de mi madre? ¿O simplemente el destino decidió hacerse notar con esta escalofriante coincidencia? De ser asi, ¿porqué esa madrugada no hubo un solo difunto durante el corte de energía?
mi mente estaba a punto de explotar. Los pensamientos me excedían, estaba aturdido, y le exigía a mi mente que busque, que piense, que siga buscando, como un soldado fiel tratando de encontrar conexiones.

Pero era en vano, había sido un dia agotador y mi cuerpo no respondia. Luego de humedecer la almohada con lagrimas, caí en un profundo sueño.
En ese esotérico mundo, en donde las distintas dimensiones se conectan, en donde lo real y lo demas no se distancian, sino que se hacen uno, allí, fue en donde la verdad me fue revelada.

Al despertar, tenía todo mas que claro.

Los ojos muestran lo que la mente desea ver. Lo supe desde siempre, solo que no me habia dado cuenta. Lo tenia delante de mis narices. Habia estado ciego hasta ahora, pero la nueva luz entrante no quemaba mis retinas, sino que fortalecía mi espíritu, sonriendo a mi porvenir.

Frivolos, mortales, limitados. Mi materia prima es humana, mi mente, un misterio. No soy tan distinto a vos ni a los demas. Lo que me diferencia es muy difícil de explicar y, creeme, no querrías saberlo. Ustedes ven un solo mundo, yo conozco los tres. No pretendo que me creas, por el contrario, deseo que no me descubras. Ya no quiero terapia, es un insulto. Yo se exactamente lo que me pasa.

Parte de mi no pertenece a este mundo. Y es por eso que debo partir.

1 comentario:

http://mmmyporqueno.blogspot.com dijo...

Me hice el ratito y lo lei, estaba buscando algo bueno para leer y lo encontre, la verdad me gusto mucho-- son algunas palabras de aliento q esperan un proximo relato.