miércoles, 2 de diciembre de 2009

El velo al descubierto

Cuando era niño mi inocencia se encargaba de cubrir como un velo el mundo para que yo pueda ser feliz

No sabía que el ser humano es tan estúpido que destruye su propio hábitat
No sabía que realmente existen los amigos por conveniencia
No sabía que hay opresores y oprimidos
No sabía que algunas personas hacen cualquier cosa por dinero
No sabía que las palabras pueden ser mas crueles que los golpes
No sabía que la gente se muere de un día para el otro
No conocía la soledad ni el dolor de cabeza.

Cuando era niño el velo velaba por mi integridad. Afortunado, porque algunos no lo tuvieron, y se hace difícil enderezar el viejo roble.

De a poco, como las capas de la cebolla, se me fue mostrando el mundo tal cual es.
Ni horrible, ni hermoso, ni egoísta, ni bondadoso.
Ni culto ni ignorante, ni honrado ni corrupto.
Ni duro ni blando, ni depresivo ni apasionado.
Ni oro ni barro, ni blanco ni negro.
Es todo eso junto y más, lo que hace al mundo.

Y eso por eso que, a pesar de sus defectos, trato de buscar lo mejor de él.

No hay comentarios: