miércoles, 13 de agosto de 2008

Plataformas inconclusas en un nostálgico post-adolescente

De visita en mi pueblo natal, recorría las calles a eso de las cinco de la tarde, con una mezcla de nostalgia, tristeza y eternos recuerdos felices.
Caminando encuentro un local en el que trabajaba, cuando yo era chico, la familia de un amigo. Me decido a entrar y, para mi sorpresa, ahí estaba el, solo.

Hablaba por teléfono con ese tono de voz que ponen los comerciantes y los grandes que quieren conseguir algo: totalmente amable, pero con una chispa de suspicacia.
Cuando me ve entrar (todavía teléfono en mano) se le dibuja una sonrisa hermosa en la cara. Se apura a cerrar el asunto laboral y cuelga.
Hablamos un rato, dos horas, recordamos viejas anécdotas y reímos, nos preguntamos qué es de la vida de éste y de aquel y nos pusimos al tanto de la nuestra.

Hace 5 años que no veía a este personaje de mi infancia, lo note un poco mas lento y corpulento y con la mirada triste, vacía, pero casi imperceptible para quien lo conoce poco.
Me fui del local con una sensación rara, como de que todo esta cambiando. Ya no somos chicos. Mas bien somos los muchachos y, seguramente, nos van a empezar a llamar "señor" los mas chicos dentro de cinco años o menos.

Todo esta mutando de una forma extraña que a veces no puedo asimilar, es como si viviera en el aire, porque la plataforma de la adolescencia se desplomó hace poco con todo lo bueno y lo malo que esto conlleva. Pero la próxima base todavía no se ha formado, esa es la sensación. Transición pura, altibajos extremos. Eso nos caracteriza.

No me animé a invitar a mi amigo a dar una vuelta con mi bolsita feliz; y con toda la nostalgia que puede entrar en un cuerpo de 20 años me fui otra vez a patear las calles que me vieron crecer, solo, con una de las pocas costumbres informales que me quedan de la adolescencia a pensar en el camino recorrido y el porvenir.

jueves, 7 de agosto de 2008

Luces, juguetes perdidos y rocanrrol

Vi luz y entré. No se como llegue aca, tampoco se para qué tengo un blog, tal vez el tiempo va a decirme la respuesta.

Siempre me gustó escribir, pero ahora que lo pienso no he redactado ni una historia, ni una anecdota, nada, hace mas o menos 5 o 6 años. Espero que pueda volcar en este espacio ideas que subyacen en mi cabeza y no he podido dilucidar por el hecho de, simplemente, no sentarme a escribir.

Asi que bueno, aqui estamos, espero que salga algo de todo esto. Ni siquiera espero algo bueno. Solo algo.